Ir al contenido principal

Somos comunidad seguidora de Jesús.

¡Buenos días familias!

En este día viernes les compartimos una oración a Jesús, para que junto a Él sigamos creciendo como familia y como comunidad educativa.  

"Jesús, queremos darte las gracias por nuestra familia y por nuestra escuela. Te pedimos que siempre nos acompañes para que nunca nos falten las ganas de compartir con los demás tu inmenso amor siendo hogar para todos. Amén."

Comentarios

Entradas populares de este blog

Seguimos los pasos de Jesús

¡Buenos días familias! Hoy les acercamos una oración para iniciar el día como amigos y amigas de Jesús Señor, que no juzgue, que no haga diferencias  ni desprecie a nadie  por su forma de hablar, de pensar o vestir. Y que aprenda a estar atento  a los que más necesitan de mi cariño,  de mi ayuda, de mi compañía.  Amén Que tengan un lindo día, un abrazo a la distancia.

María nos regala su mirada

¡Buenos días familias! El 24 la recordamos de manera especial... Pero hoy, María nos sigue buscando, su mirada nos sigue llamando, y desde casa, en ese lugarcito especial que le hicimos como familia, podemos confiar en ella y junto a Jesús descansar bajo su manto . Las invitamos a comenzar este día mirando esta imagen, encontrandose con su mirada , y en un momento de silencio, sentir que podemos abrir nuestro corazón y recibir su invitación a ser también nosotros y nosotras, auxiliadoras. Les dejamos una canción para rezar durante este día. Contigo María Un abrazo a la distancia!

¡Jesús nos sonríe!

¡Buenos días familias! En este inicio de semana queremos proponerles seguir encontrando a Jesús en lo de todos los días. Intentemos imaginarnos a Jesús, su rostro feliz, sonriente, cariñoso. Y también imaginar que nos mira con amor, y nos dice: “¡Vamos, comencemos este día juntos, va a ser un día genial!” Es lindo empezar el día dándonos cuenta que somos mirados o miradas con amor, para poder caminar envueltos en él. Las miradas son invitaciones, la mirada de Jesús nos invita, nos convoca… Podemos responder a ella con una sonrisa, dejar que poco a poco vaya apareciendo en nuestro rostro, que es como darle un si a Jesús, aceptarlo sabiendo que nos ama. Después, podemos mirar esa sonrisa en quienes están a nuestro alrededor. Mirarse a los ojos, sonreírse. Y porque no, ¡Reírse! Capaz una risa tímida, o capaz a carcajadas, riámonos de nosotros mismos, de nuestras tonterías y travesuras, o de un recuerdo.  Riámonos con la alegría de saber que Dios nos