Ir al contenido principal

¿Y si cantamos para María?


30 de abril 

¡Buenos días familias!

¿Y si arrancamos este día escuchando una canción?
¿Se animan a cantarla?
¡Y qué lindo sería que puedan bailarla!


María es mamá de cada uno de nosotros y nosotras. Dejémonos acompañar por su presencia, démosle gracias por abrirnos su corazón y por reunirnos como comunidad, como familia, en cada casa y como escuela.

Esperamos tengan un lindo día. Un abrazo a la distancia.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Seguimos los pasos de Jesús

¡Buenos días familias! Hoy les acercamos una oración para iniciar el día como amigos y amigas de Jesús Señor, que no juzgue, que no haga diferencias  ni desprecie a nadie  por su forma de hablar, de pensar o vestir. Y que aprenda a estar atento  a los que más necesitan de mi cariño,  de mi ayuda, de mi compañía.  Amén Que tengan un lindo día, un abrazo a la distancia.

María nos regala su mirada

¡Buenos días familias! El 24 la recordamos de manera especial... Pero hoy, María nos sigue buscando, su mirada nos sigue llamando, y desde casa, en ese lugarcito especial que le hicimos como familia, podemos confiar en ella y junto a Jesús descansar bajo su manto . Las invitamos a comenzar este día mirando esta imagen, encontrandose con su mirada , y en un momento de silencio, sentir que podemos abrir nuestro corazón y recibir su invitación a ser también nosotros y nosotras, auxiliadoras. Les dejamos una canción para rezar durante este día. Contigo María Un abrazo a la distancia!

¡Jesús nos sonríe!

¡Buenos días familias! En este inicio de semana queremos proponerles seguir encontrando a Jesús en lo de todos los días. Intentemos imaginarnos a Jesús, su rostro feliz, sonriente, cariñoso. Y también imaginar que nos mira con amor, y nos dice: “¡Vamos, comencemos este día juntos, va a ser un día genial!” Es lindo empezar el día dándonos cuenta que somos mirados o miradas con amor, para poder caminar envueltos en él. Las miradas son invitaciones, la mirada de Jesús nos invita, nos convoca… Podemos responder a ella con una sonrisa, dejar que poco a poco vaya apareciendo en nuestro rostro, que es como darle un si a Jesús, aceptarlo sabiendo que nos ama. Después, podemos mirar esa sonrisa en quienes están a nuestro alrededor. Mirarse a los ojos, sonreírse. Y porque no, ¡Reírse! Capaz una risa tímida, o capaz a carcajadas, riámonos de nosotros mismos, de nuestras tonterías y travesuras, o de un recuerdo.  Riámonos con la alegría de saber que Dios nos